Ver el rostro del hombre,
el otro rostro escondido detrás de su semblante,
el otro rostro olvidado detrás de la coraza
de palabras y ademanes, y del disimulo triste de su vida…
Ver el rostro del hombre,
el de la mirada asustada detrás del antifaz
con que quiere mirarse,
el que no puede verse en un espejo…
Ver el rostro del hombre,
la faz de ese que tiembla en la oscuridad
diciéndose, diciéndome, diciendo a todos
sus mentiras-verdades…
Ver el rostro del hombre,
el otro rostro de niño desterrado,
solo sin sí mismo, en el universo
con ojos de estrella que miran las estrellas
a través de las lágrimas,
soñando con un lugar perdido y lejano…
Ver el rostro del hombre
-como el mío-
estar con él detrás de su antifaz,
ser tocado por las manos de su soledad
a oscuras en su jaula de arterias, tendones y huesos…
Ver el rostro del hombre
es amarlo.