En el mes de febrero 2009, Norma sufrió un derrame cerebral que limita su capacidad para verbalizar sus pensamientos. No obstante, gracias a conservar su memoria, su lucidez cognitiva y su entusiasmo por la vida, ella publica este poemario. Esta colección fue escrita y guardada durante un periodo de cuarenta años sin haberlos compartido con nadie. Este poemario es, por un lado, la culminación de un proceso intimo de escritura creativa y, por otro, una hermosa oportunidad para que la poeta dé luz abundante a su imaginación y a su sentimiento.